Déjà vu

La relación entre estos dos poemas no es producto ni de mi erudición ni de mi inteligencia, que son nulas. Le debo la feliz comunión poética a Jorge Luis Borges, que en una conferencia sobre el Budismo los enlaza.

Sudden light de Dante Gabriel Rossetti.

I have been here before,
but when or how I cannot tell:
I know the grass beyond the door,
the sweet keen smell,
the sighing sound, the lights around the shore.

You have been mine before,—
how long ago I may not know:
but just when at that swallow’s soar
your neck turned so,
some veil did fall,—I knew it all of yore.

Has this been thus before?
And shall not thus time’s eddying flight
still with our lives our love restore
in death’s despite,
and day and night yield one delight once more?

[Traducción de Saúl Steiner: Ya estuve aquí, / no podría decir cuándo ni cómo: / conozco los prados más allá de la puerta, / el dulce, acre aroma, / el sonido lastimero, las luces de la costa. // Tú ya has sido mía,— no sabría decir hace cuánto: / pero justo cuando se elevó esa golondrina / se volvió tu cuello y, así, / algún velo cayó — lo supe desde siempre. // ¿Ya había ocurrido esto? ¿No debería restaurar, entonces, el vuelo arremolinado del tiempo / con nuestras vidas nuestro amor / a pesar de la muerte, / y regalarnos el día y la noche un placer una vez más?]

Metempsicosis de Rubén Darío.

Yo fui un soldado que durmió en el lecho
de Cleopatra la reina. Su blancura
y su mirada astral y omnipotente.
Eso fue todo.

¡Oh mirada! ¡oh blancura! y oh, aquel lecho
en que estaba radiante la blancura!
¡Oh, la rosa marmórea omnipotente!
Eso fue todo.

Y crujió su espinazo por mi brazo;
y yo, liberto, hice olvidar a Antonio.
(¡Oh el lecho y la mirada y la blancura!)
Eso fue todo.

Yo, Rufo Galo, fui soldado y sangre
tuve de Galia, y la imperial becerra
me dio un minuto audaz de su capricho.
Eso fue todo.

¿Por qué en aquel espasmo las tenazas
de mis dedos de bronce no apretaron
el cuello de la blanca reina en broma?
Eso fue todo.

Yo fui llevado a Egipto. La cadena
tuve al pescuezo. Fui comido un día
por los perros. Mi nombre, Rufo Galo.
Eso fue todo.

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