Leyendo a Thomas von Kempen (Tomás de Kempis) y su De Imitatione Christi gracias a Amado Nervo, gracias a Alfonso Reyes. La cita al principio del poema de Nervo corresponde a tres fragmentos del libro de Job (7,9; 9,26 y 14,2)
De imitatione Christi et contemptu omnium vanitatum mundi de Thomas a Kempis (fragmento).
Si scires totam bibliam exterius et omnium philosophorum dicta; quid totum prodesset sine caritate Dei et gratia? Vanitas vanitatum et omnia vanitas (Eccl. 1, 2): præter amare Deum et illi soli servire. Ista est summa sapientia per contemptum mundi tendere ad regna cælestia.
Vanitas igitur est divitias perituras quærere: et in illis sperare. Vanitas quoque est honores ambire: et in altum statum se extollere. Vanitas est carnis desideria sequi: et illud desiderare unde postmodum graviter oportet puniri. Vanitas est longam vitam optare: et de bona vita parum curare. Vanitas est præsentem vitam solum attendere: et quæ futura sunt non prævidere. Vanitas est diligere quod cum omni celeritate transit: et illic non festinare ubi sempiternum gaudium manet.
[Traducción (modificada por mí) de Luis Otero Linares: Si conocieras las Escrituras de memoria y te supieras todas las frases de los filósofos ¿de qué te serviría sin la gracia y la caridad de Dios? Vanidad de vanidades, todo es vanidad (Ecl. 1,2) sino amar a Dios y servir sólo a Él. Ésta es la mayor sabiduría: a través del desprecio del mundo, tender hacia los reinos celestiales.
Vanidad es, entonces, buscar riquezas que se acaban y confiarse en ellas. Vanidad es ambicionar el prestigio y colocarse por encima de los demás. Vanidad es dejarse dominar por los deseos naturales y desear lo que después pueda ser causa de grave castigo. Vanidad es querer vivir muchos años y preocuparse poco de vivir honestamente. Vanidad es mirar únicamente esta presente vida y no prever la que vendrá después. Vanidad es amar lo que tan pronto acaba y no buscar con interés la felicidad perpetua.]
A Kempis de Amado Nervo.
Sicut nubes, quasi naves, velut umbra…
Ha muchos años que busco el yermo,
ha muchos años que vivo triste,
ha muchos años que estoy enfermo,
¡y es por el libro que tú escribiste!
¡Oh Kempis, antes de leerte amaba
la luz, las vegas, el mar Oceano;
mas tú dijiste que todo acaba,
que todo muere, que todo es vano!
Antes, llevado de mis antojos,
besé los labios que al beso invitan,
las rubias trenzas, los grande ojos,
¡sin acordarme que se marchitan!
Mas como afirman doctores graves,
que tú, maestro, citas y nombras,
que el hombre pasa como las naves,
como las nubes, como las sombras…
huyo de todo terreno lazo,
ningún cariño mi mente alegra,
y con tu libro bajo del brazo
voy recorriendo la noche negra…
¡Oh Kempis, Kempis, asceta yermo,
pálido asceta, qué mal me hiciste!
¡Ha muchos años que estoy enfermo,
y es por el libro que tú escribiste!
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