En el Paysage avec Polyphème de Poussin veo un parentesco con Goya que Frédéric Jiméno Solé asegura (sin nombrar esa obra). Por otra parte, lo aprendido del maestro, discípulo de griegos y romanos, cobra formas diversas en las figuras humanas de David (la posición de su Patrocle es un claro ejemplo), en los sólidos paisajes de Cézanne (elegí sus Montagnes en Provence por puro capricho, podría haber sido otra) o en el juego compositivo de Twombly (la referencia es explícita en Hero and Leandro, part one, pieza de la exposición Twombly and Poussin: Arcadian Painters). La lista es larga; a través de sus admiradores Poussin llega a algunos de los pintores más importantes de los siglos XIX y XX: Ingres, Picasso, Matisse…
El nombre de la entrada corresponde a un verso del poema de Giovan Battista Marino Rosa riso d’amor, con quien Poussin tuvo una interesante relación. El verso es citado por Borges en su prosa breve Una rosa amarilla.