Los primeros versos de Hijo de la luz y de la sombra de Miguel Hernández dicen «Eres la noche, esposa: la noche en el instante / mayor de su potencia lunar y femenina. / Eres la medianoche: la sombra culminante / donde culmina el sueño, donde el amor culmina.», porque la noche y la luna han sido históricamente asociadas con la mujer, con el movimiento sensual de las mareas, y así, con el amor y el sexo. Pero también con la soledad, con la angustia, con la melancolía y la muerte. [Parte cinco aquí]
Tango infinito de Salvador Puig.
…………….Volverás
Hoy fue la noche quien lo dijo
Hoy la noche cayó del caballete
Y la ventana entró pintando
Lunas azules en mi cuarto
…………….Volverás
Aunque………………..Porque
La noche mienta…….La noche inventa
Cielos de Washington Benavides.
Viajando en aeronave
rumbo a Europa
en la noche espacial
aún vislumbrando
lo que el poeta peruano-uruguayo
Parra del Riego nos ofreciera como:
«Toda la joyería de Dios, desparramada:
La Cruz del Sur, Andrómaca, Sirio, la Osa Mayor..»
Encapsulado en un proyectil
que tiene su blanco en el aeropuerto
de Barajas;
de pronto, miras por la ventanilla,
y descubres que aquella joyería de Dios
desparramada, ahora estaba debajo,
y la cruzabas en el silencio de la noche,
y eran las ciudades, su cartografía luminosa,
sus calles, plazas, edificios
vueltos otra joyería (del hombre ahora)
ya no exclusiva pero sí renovada
por los ojos del viajero encapsulado
en el blanco proyectil rumbo a Barajas…
Lejanas luces del cielo entrevisto
al despegar de Montevideo, lejanas
luces de las ciudades sobre las que vuelas
de los hombres.
(No tengo otro refugio que pensarte, Nené,
reparando camisas de poeta
leyendo a Jane Austen o conversando
con tu hijo sobre estudios, sobre anécdotas
de sus camaradas del IPA, sobre filmes).
El ánsar anda buscando el rumbo.
Nocturno yanqui de Luis Cernuda.
I. Espacio
1
La lámpara y la cortina
Al pueblo en su sombra excluyen.
Sueña ahora,
Si puedes, si te contentas
Con sueños, cuando te faltan
Realidades.
II. Tiempo
6
¿Qué hacer? Porque tiempo hay.
Es temprano.
Todo el invierno te espera,
Y la primavera entonces. Tiempo tienes.
7
¿Mucho? ¿Cuánto? ¿Y hasta cuándo
El tiempo al hombre le dura?
«No, que es tarde,
Es tarde», repite alguno
Dentro de ti, que no eres
Y suspiras.
9
Estás solo.
Frente al tiempo, con tu vida
Sin vivir.
10
Remordimiento.
Fuiste joven,
Pero nunca lo supiste
Hasta hoy que el ave ha huido
De tu mano.
IV. Ideal
15
Lo mejor que has sido, diste,
Lo mejor de tu existencia,
A una sombra:
Al afán de hacerte digno,
Al deseo de excederte,
Esperando.
Siempre mañana otro día
Que, aunque tarde, justifique
Tu pretexto.
16
Cierto que tú te esforzaste
Por sino y amor de una
Criatura,
Mito moceril, buscando
Desde siempre, y al servirla,
Ser quien eres.
V. Soledad
19
Y piensas
Que así vuelves
Donde estabas al comienzo
Del soliloquio: contigo
Y sin nadie.
20
Mata la luz, y a la cama.
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