Dos poemas. El primero de mi amiga Martina Bertone, pertenece a su libro inédito After Panero, el segundo, mío, que le dedico.
Destripe
Gauchicansados nos morimos sin vernos nunca
en el fondo tranquilo de las casas
recordar las mancebías
y los saltos en el tiempo
cuentan que la historia fue
de triste, de ruina, de trapos ensangrentados
y muertos envueltos en banderas
y huesos amarillos bien quebrados
caídas y hernias y lenguas mordidas
más sangre deshecha y tantos ojos abiertos
y lo peor no son los hijos muertos
De cara a la luna destripamos insectos
como locos, como siempre lo hicimos
La partida
Este agujero se llamaba la patria.
Temblaba oscuro del rojo y salían por él el sol y sus hermanas.
Era la noche lunga
del desespero. Del sitio.
El agujero respira en raíces, en venas y en la piel vuelta niebla o nada. Bolsas de portland
una sobre otra y la res municipal: manta o tira bien gorda
salada y humeante la cruz con cuero en el pozo,
ese pozo se llama la patria y respira. Cae la grasita, sube el humo
y hace música en los estómagos.
Deja una respuesta