Cuenta Salman Rushdie (que algo sabe de fundamentalismos) en su autobiografía Joseph Anton que, durante una entrevista, un periodista le dijo a Günter Grass: “La llama de la Ilustración se apaga”. El escritor alemán respondió, con su proverbial agudeza de ingenio: “Pero no hay otra fuente de luz”. Es, también, la luz que se encendió para Droctulfo la que se apaga.

Fragmento de Arde París, contratapa que escribí para Fuera de sección, de la diaria. Se puede acceder al texto completo haciendo clic en la cita.

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