Dios era la espera
era el tedio y el dinero que se carga en cuentas y no vemos
porque es números titilantes
en la pantalla azul.
Era las letras que empiezan a decir,
era el remolino atroz de hojas cuando murmura, hace chispas.
Era la mirada sobre la cosa
y era la forma en que la cosa va armándose sola.
Tercera sección de mi poema «Dios» que, junto a «La casa» y «Nodiós», apareció en el quinto número de la revista online Insilio. Se puede acceder al texto completo haciendo clic en la cita.
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