Es en vano querer vivir todavía: poemas de Jules Supervielle

Destrucción del jardín

Los animales invisibles

El perro

Tú, siempre rodeado de animales invisibles:
aquí está el perro que te ha visto en otros climas
y te lame la mano como en Sudamérica:
“Te equivocás, buen perro, esos tiempos han pasado,
y es en vano querer vivir todavía”.

Los que siguen

La cabra sigue al caballo
y el perro lobo sigue a la cabra.
El poeta en su sombra
lleva cabra, can, caballo
y dos o tres animales
que no tienen nombre todavía
y esperan, para tomar forma,
que sople un viento favorable.

Los peces

Memoria de los peces en los arroyos profundos,
qué puedo hacer yo aquí de sus lentos recuerdos,
no sé de ustedes más que un poco de espuma y de sombra
y que un día, como yo, tendrán que morir.

Entonces ¿a qué vienen a interrogar mis sueños
como si yo pudiera ayudarlos?
Vayan al mar, déjenme sobre mi…

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