En medio del confinamiento, Nina Blau nos escribió para contarnos que estaba con ganas de reactivar la revista Sotobosque, donde con Gastón Haro habíamos publicado los textos que luego se convirtieron en el libro Los restos del naufragio.
Dijimos que sí y en esas semanas yo escribí una serie de textos bajo el título general Variaciones sobre la casa, que Gastón acompañó con fotos deslumbrantes.
Se accede a los textos completos haciendo clic en las citas.
Categoría: Poesía
Es en vano querer vivir todavía: poemas de Jules Supervielle
Los animales invisibles
El perro
Tú, siempre rodeado de animales invisibles:
aquí está el perro que te ha visto en otros climas
y te lame la mano como en Sudamérica:
“Te equivocás, buen perro, esos tiempos han pasado,
y es en vano querer vivir todavía”.
Los que siguen
La cabra sigue al caballo
y el perro lobo sigue a la cabra.
El poeta en su sombra
lleva cabra, can, caballo
y dos o tres animales
que no tienen nombre todavía
y esperan, para tomar forma,
que sople un viento favorable.
Los peces
Memoria de los peces en los arroyos profundos,
qué puedo hacer yo aquí de sus lentos recuerdos,
no sé de ustedes más que un poco de espuma y de sombra
y que un día, como yo, tendrán que morir.
Entonces ¿a qué vienen a interrogar mis sueños
como si yo pudiera ayudarlos?
Vayan al mar, déjenme sobre mi…
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Hienden la penumbra de mis sueños: un poema de James Joyce
Oigo un ejército
Oigo un ejército cargando sobre la tierra,
Y el trueno de caballos lanzados; con espuma hasta las rodillas,
Arrogantes, de negras armaduras, tras ellos se yerguen,
Despreciando las riendas, con ondulantes látigos, los aurigas.
Gritan a la noche sus nombres de batalla:
Gimo en sueños cuando oigo a lo lejos su risa arremolinada.
Hienden la penumbra de mis sueños, una llama enceguecedora
Retumba, retumba sobre el corazón como sobre un yunque.
Vienen sacudiendo triunfantes su largo, verde cabello:
Salen del mar y corren gritando por la playa.
Mi corazón, ¿no tienes sabiduría acaso para desesperar?
Mi amor, mi amor, mi amor, ¿por qué me has dejado solo?
Publicado originalmente en Chamber Music (1907)
Hace unos cuatro años, tradujimos con Mateo Vidal algunos poemas del inglés, entre los que se encontraba este de James Joyce, que en 1914 Ezra Pound incluyó en su famosa antología Des Imagistes.
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2017 (sumario)
Este fue un año profuso.
Tres poemas
Dios era la espera
era el tedio y el dinero que se carga en cuentas y no vemos
porque es números titilantes
en la pantalla azul.
Era las letras que empiezan a decir,
era el remolino atroz de hojas cuando murmura, hace chispas.
Era la mirada sobre la cosa
y era la forma en que la cosa va armándose sola.
Tercera sección de mi poema “Dios” que, junto a “La casa” y “Nodiós”, apareció en el quinto número de la revista online Insilio. Se puede acceder al texto completo haciendo clic en la cita.
El sol de Mayo
Las estatuas
Hoy se cumplen 100 años de la muerte de José Enrique Rodó. Pensando en él escribí hace algunos años estos poemas.
2016 (sumario)
Este fue un año inmenso.
Lo que quedó (diez poemas)
Siempre decías que tenía que hacerlo más personal. Que tenía que escribir cosas especialmente para el blog, que tenía que hablar más de mí porque si no, ¿para qué? Yo me reía porque no tenía nada que decir de mí, nada que contar. Vos insistías.
Un día te mandé unos poemas por mail. Y a vos no te gustaba la poesía. “Me gustaron”, dijiste, “Es como futurismo de aquella época pero sin la parte de ser facho. Ya me los imagino entre dos cartones”.
Estos no te gustarían tanto, porque no hablan de mí.