Reseña de Conversaciones con Cézanne, compiladas por P. M. Doran (Buenos Aires: Cactus, 2016), que se publicó en la diaria el 4 de agosto de 2017.
En 1831 se publicó, en L’Artiste (un periódico que reuniría en sus páginas a figuras tan cruciales como Gérard de Nerval, Théophile Gautier y Charles Baudelaire, por nombrar a unos pocos, y que comenzó a editarse ese año para seguir hasta 1904), una nouvelle de Honoré de Balzac que se llamaría La obra maestra desconocida. Sigue la historia de un Nicolas Poussin (1594-1665) joven que, en una visita a Frans Pourbus, conoce a un genial pintor llamado Frenhofer, que trabaja desde hace diez años en un cuadro. Poussin le ofrece presentarle a su amante para que le sirva de modelo. Entusiasmado, el maestro acepta y concluye su trabajo, pero cuando los dos amigos van a ver la obra, es una pintura caótica, como una bruma de colores, matices y líneas. Entre todo eso, en una esquina del lienzo ven un pie de mujer. “¡Un pie vivo!”, exclama el narrador.